Sunday, August 26, 2007

La revolución china no será televisada

Hoy, en lo que se ha vuelto una costumbre en los últimos dos o tres años, el New York Times del domingo tiene como nota principal un informe en profundidad sobre algún aspecto del crecimiento de China.

La recomendable nota de hoy es sobre los efectos ambientales de la explosión económica china que comenzó hace tres décadas.

Algunos datos impresionantes:
* 500 millones de personas NO tienen acceso a agua tomable.
* Sólo UNO por ciento de los 560 millones de chinos que viven en ciudades respiran aire considerado saludable por los estándares de la Unión Europea.
* Los contaminantes que producen las centrales chinas de energía a carbón producen lluvia ácida que cae sobre Seúl y Tokio.
* Una parte de la polución del aire de Los Ángeles se origina en China.
* 750 mil chinos mueren cada año por causas relacionadas con la polución del aire y el agua.

Más allá de lo dramático de la situación -y de lo difícil que se le hace al gobierno chino controlarla- la cobertura del Times señala algo que los medios latinoamericanos me parece no están teniendo en cuenta: el enfoque de la cobertura de internacionales tiene que cambiar.

China va a seguir siendo cada vez más importante, sea por su poder económico o por la falta de control de calidad de sus productos -como los juguetes con plomo-. Su influencia no dejará de extenderse (el Times también le ha dedicado mucho papel a las relaciones de China con gobiernos cuestionables de África que la proveen de recursos naturales). Y las secciones de Internacionales tienen que salir del modelo basado en Latinoamérica, Europa y EE.UU.

Éstos suelen ser los únicos destinos donde cualquier medio latinoamericano tendría corresponsales (esa romántica especie en extinción) o colaboradores permanentes.

¿A alguien ya se le ocurrió mandar a un corresponsal a Beijing para contarle a sus lectores cómo China va a cambiar nuestras vidas en el siglo 21?

2 comments:

Anonymous said...

yo diría "...cómo está cambiando China nuestras vidas". Esto empezó hace rato ya. Cuando las estatuillas de la Virgen de Guadalupe se producen en China, cuando un gran porcentaje de los zapatos que usamos en México (no sé en otros lados) es Made in China, e incluso, una gran cantidad de los libros que leemos (particularmente los de niños) son impresos en China. Y no se queda ahí la cosa. Hay muchos asuntos de migración, contrabando, negocios, política energética en Latinoamérica que están bien relacionados con aquel (ya no tan) lejano país.

c. said...

no puedo creer lo que operaste: estoy leyendo el nyt un domingo a la mañana.
(qué es esto?)