Es moderno, cool, acaba de llegar; todos lo quieren tocar; la gente hizo fila para verlo por primera vez un viernes de verano; muchos viajaron sólo para ser parte del evento; su presencia va a revolucionar la industria; esperan que atraiga a mucho público a un sistema que no ha sido muy exitoso; no se sabe cuánto durarán sus baterías; su precio es exorbitante, a pesar de las dudas sobre su performance...
¿Es un iPhone? No... ¡es David Beckham!
La presentación oficial del Spice Boy me hizo acordar a la del iPhone hace dos semanas exactas.
Incluso hubo un entrevistado en el NYTimes que dijo algo parecido a lo que decían muchos aquel día hablando del teléfono, no de este volante de exquisita pegada (y esposa más exquisita aún). "Tan sólo quería ver la histeria", dijo Carlos Almendarez, que voló ¡desde San Francisco a Los Angeles! a pesar de no ser un fan de Beckham, para estar en la presentación en el estadio del LA Galaxy.
Que Beckham es un gran negocio, no hay duda. Dicen que Alexi Lalas, el otrora aguerrido Buffalo Bill de la defensa estadounidense y hoy presidente del Galaxy, les recordaba a todos al final de la ceremonia que se compraran la camiseta 23 (¿esperan que sea el Jordan del "soccer"?). Costaba entre $80 y $100 y casualmente el equipo presentó un nuevo diseño para la ocasión.
Lo que no sé es si Beckham va a cumplir con el efecto Pelé que muchos esperan. Pelé llevó a la antecesora de la MSL, la North American Soccer League, a niveles de público, fama y atención nunca vistos. Pero Pelé, viejo y todo, aún era Pelé.
Y Beckham es un tipo que no gambetea mucho, que está caaaasssiii de vuelta, que tiene 32 años y, dicen, muchas ganas de meterse en el negocio de Hollywood. En términos estrictamente futbolísticos, no es un jugador que te pueda ganar muchos partidos solo, como sí hizo Edson A. do N. en aquel glorioso Cosmos. Tirará muy buenos centros y tiros libres, pero no es un líder con la pelota en los pies, en mi humilde perspectiva.
Para que la liga estadounidense se termine de afirmar como el 4to. o 5to. deporte más popular, le tengo mucha más fe al Cuau, que debuta el 22 en el Chicago Fire en un amistoso con el Celtic escocés. Cuauhtémoc Blanco tiene todas las de ganar: una ciudad con muchísimos mexicanos que lo adoran, una liga en la que todavía se puede destacar a pesar de sus 34, y hasta un técnico colombiano. Y él sí es un 10 de esos que se ponen el equipo al hombro -- cosa que Beckham no creo que haga.
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