Thursday, July 19, 2007

The Sixth Man

La llegada de Luis Scola a la NBA puede verse como otro momento histórico para el básquet argentino. A pesar de que con él van a ser seis compatriotas en la liga y, gracias a la Generación de Oro, un argentino en la mejor liga del mundo ya no es ninguna novedad.

La diferencia es que Scola llega para ser titular.

El coach de Houston Rockets, Rick Adelman, también recién contratado, dejó entrever eso el otro día cuando ambos fueron presentados en conferencia de prensa.

Adelman dice que en los días pre-draft se pasó horas y horas mirando videos de jugadores.


Cuando llegó el turno de ver a Scola, su reacción fue: "'Oh, ése es. Sería perfecto para nosotros y todo lo que queremos hacer.' Pero en ningún momento me puse ansioso, porque no creí que pudiera suceder. Era una cuestión estrictamente de fantasía". "...De toda la gente a la que vimos en términos de complementar a Yao (Ming), él realmente es lo que hace falta".

Por si quedaran dudas, el director general de los Rockets Daryl Morey agregó que Scola "puede venir y contribuir al equipo desde ahora mismo ... Sentimos que para los playoffs del año que viene vamos a haber mejorado con la llegada de Luis".

¡Qué tal! Nunca un jugador argentino llegó a la NBA con tantas expectativas de parte de su equipo. Hasta ahora -piensen en Manu, Oberto, Nocioni, y sobre todo Herrmann y Delfino- llegaron a la liga como 'nuestros pollos', pero como desconocidos para el gran público.

En el caso de Scola, los comentarios online de lectores del Houston Chronicle muestran que hay muchos esperanzados y algunos desconfiados. Pero también, esta gente está acostumbrada a fracasar con dos de las grandes figuras del marketing de la NBA: Yao y Tracy McGrady, el mejor jugador que nunca ganó una ronda de playoffs.

Una última acotación: Scola va a estar en manos de los nerds.

Morey, que tiene apenas 34 años, viene de una nueva escuela de dirigentes deportivos en EE.UU que aplican las estadísticas primero que nada al evaluar a los jugadores -- sobre todo, a la hora de comprar. Y también diseñan nuevas estadísticas fuera del tradicional promedio de tantos o de rebotes, etc. etc. (Esta tendencia es más notoria en béisbol, hasta ahora).

En un artículo en la flamante Condé Nast Portfolio, Morey aseguró: "En deportes, lo más importante, por mucha diferencia, es conseguir a los jugadores apropiados por el precio apropiado". Ahí es donde entran a tallar las estadísticas.

Morey nunca jugó al básquet profesional, dice el autor de la nota, Michael Lewis. Pero enseñó en el MIT y estudió cómputos y estadística en Northwestern. "La econometría es muy buen background para lo que hacemos", le dijo Morey, "porque tenemos que manejarnos con datos muy complicados".

Por ejemplo, en vez de los rebotes o tantos individuales, Morey mide el efecto que tiene la presencia de Equis en la cancha sobre los rebotes y tantos del equipo. Según Lewis, así fue que los Rockets contrataron a Shane Battier, que no tenía estadísticas espectaculares pero sí levantaba a su equipo cuando estaba en cancha.

Manejar a los fisicudos que antes les pegaban en la escuela, decidir cuánto pagarles, o si darles trabajo o no. Es la auténtica venganza de los nerds.


1 comment:

Anonymous said...

Es una buena noticia. ¿Cuándo juegan contra los Nets?